2-SEPT| Oración por el 1.300 aniversario del fallecimiento de Sant’Egidio, el santo que da nombre a nuestra Comunidad
La iglesia de Sant’Egidio en Santa María de Trastévere en Roma fue el primer lugar de oración de la Comunidad, que debe su nombre al abad San Gil (o San Egidio), un santo considerado protector de los peregrinos y que alcanzó gran popularidad durante la Edad Media, época en la que surgieron varias iglesias dedicadas a él a lo largo de las antiguas vías de peregrinación desde Francia a Alemania y de Polonia a Italia.
Sant’ Egidio, venerado el 1 de septiembre, es conocido como patrón de los leprosos, de los tullidos y de los tejedores. A lo largo de su vida, fechada durante el siglo X, se rodeó de pobres, mendigos, campesinos, enfermos aquejados de todo tipo de dolencias, náufragos, así como personas poseídas por demonios.
La tradición explica que Sant’ Egidio se había retirado a vivir como ermitaño en un lugar desierto en compañía de una cierva que le daba su leche. Durante una batida de caza el animal se salvó porque Egidio paró con su pierna una flecha lanzada por el rey de los godos. El soberano dio al ermitaño unas tierras en las que construyó un monasterio del que fue abad.
Más de 13 siglos después de su muerte, vivimos un tiempo marcado por una pandemia global, guerras y un aumento de la pobreza y la incertidumbre, un tiempo que nos llama a rezar y a estar cerca de aquellos que sufren y viven al margen, tal y como lo hizo Sant’ Egidio.