26-SEPT | Eucaristía «Morir de Esperanza» presidida por el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro
El próximo domingo 26 de septiembre a las 19h, coincidiendo con la 107ª Jornada Mundial del Migrante y Refugiado convocada por el Papa Francisco, celebraremos la liturgia “Morir de Esperanza” en recuerdo de quienes han perdido la vida en busca de un futuro mejor, huyendo del hambre y de la guerra.
Desde hace años, la Comunidad de Sant’ Egidio realiza este recuerdo en todas las ciudades donde está presente.
Ante la “globalización de la indiferencia” que provoca que miles de personas, muchos de ellos niños, mueran cada año ahogados en el mar en su intento por llegar a Europa , este recuerdo quiere ser un momento de oración, memoria y compromiso ante el drama provocado por las políticas de fronteras basadas en los muros casi impenetrables.
El recuerdo va unido al trabajo constante de la Comunidad de Sant’Egidio por la apertura de Corredores Humanitarios y vías seguras que permitan acceder a Europa de forma segura y sin tener que jugarse la vida en las peligrosas travesías por el mar a migrantes y refugiados en situación de vulnerabilidad.
Este año ha sido particularmente duro en la denominada “Ruta Canaria”. Muchas personas han muerto en el océano Atlántico intentando acceder a Europa a través de las costas de las islas canarias. También en otras rutas de la muerte como es el Mediterráneo central. En la liturgia recordaremos sus nombres e historias, con el compromiso de seguir trabajando por el derecho a la vida y el futuro de las personas migrantes y refugiadas.
La celebración estará presidida por D. Carlos Osoro, Cardenal Arzobispo de Madrid y a la misma se ha adherido la Mesa por la Hospitalidad de la Archidiócesis de Madrid, que trabaja por acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados en nuestra ciudad. Desde hace muchos años, la Asociación Karibú se une a esta iniciativa a través de su coral.
La Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado de este año lleva por título : “Hacia un nosotros cada vez más grande”. Como expresa el Papa Francisco en el mensaje de esta jornada :
“ Si lo queremos, podemos transformar las fronteras en lugares privilegiados de encuentro, donde puede florecer el milagro de un nosotros cada vez más grande.”
Nuestro deseo es que las fronteras dejen de ser lugares de muerte y desesperación para convertirse en lugares de encuentro y de profunda humanidad.
