Adopciones a distancia y derecho a la escuela: en Indonesia, 27 de los primeros niños adoptados ya van a la universidad
5 de agosto de 2011
El acceso a la educación, es uno de los derechos negado a muchos pobres. También en Indonesia, a pesar de su rápido desarrollo económico en los últimos años, el acceso a la escuela para muchos niños es muy difícil. Ir a la universidad, con esta situación, es un sueño irrealizable.
El programa de adopciones a distancia de la Comunidad de Sant’Egidio, desde el año 2004, ha logrado que centenares de niños accedan a la educación.
Hoy, ya son 27 los jóvenes indonesios adoptados a distancia que se encuentran en cursos universitarios.
Estas son algunas de sus historias:
Ismawati nació en una aldea del centro de Java. Sus padres son muy pobres, la madre es discapacitada, y por ese motivo desde pequeña estuvo a cargo de un centro que se hacía cargo de su manutención, no de los gastos para su educación.
Aquí es donde el programa de las adopciones a distancia ha podido ayudar. Isma ha realizado con un buen aprovechamiento las escuelas inferiores y superiores y este año se ha inscrito al primer curso del Multi Media Training Center (MMTC) de Yogyakarta, un curso universitario para operadores de televisión, que está realizando con óptimos resultados.
Le parece un sueño. Es la primera de su aldea que va a la universidad y está muy agradecida de esta oportunidad. Le encanta estudiar “Trabajar mucho, este es mi lema” dice, “he recibido tanta ayuda, cuando tenga un buen trabajo podré ayudar a mi familia y a los demás”.
Deolinda tiene 20 años. Tenía sólo 9 cuando la guerra entre Indonesia y Timor Oriental dividió para siempre a su familia. Con los padres lejos, vivió siempre con su abuela y, cuando ella murió, fue acogida en un centro. Hoy, dice que la Comunidad es su verdadera madre. Después de un test profesional, ha sido dirigida a un curso en el Instituto Superior de Yogyakarta.
María tiene también 20 años. Huérfana de madre, con 3 hermanos más pequeños a los que cuidar, María no tenía muchas esperanzas para poder estudiar más allá de la escuela elemental. El director de su escuela, le presentó a la Comunidad, cuando todavía era muy pequeña.
Hoy estudia en la Universidad Católica Atma Jaya de Yakarta, en el Counseling Department y espera convertirse en profesora. Como el resto de estudiantes, contribuye a su mantenimiento, y mientras estudia, realiza un pequeño trabajo con los niños en una escuela elemental. No falta nunca a las citas de la Comunidad: la fiesta del País del Arco Iris, la Comida de Navidad, también porque le gusta poder ayudar a los demás.
La más joven es Indri, de 18 años. Realiza el segundo curso de la Escuela Superior de Sanidad de Yakarta, para ser enfermera. Es la única de su numerosa familia que ha podido acceder a los estudios superiores y sus votos son muy altos. Para no ser una carga para quien le apoya, también decidió trabajar durante los estudios, en un ambulatorio, con el objetivo de ganar experiencia y profesionalidad.
Se podría continuar: hay quien estudia informática, otros empresariales, matemáticas y también economía. Las notas son en general muy buenas. Las familias, inicialmente un poco reacias sobre la utilidad del estudio en lugar de ayudarles a buscar trabajo, han sido involucradas y acompañadas. De esta forma crece una generación marcada por la pobreza y la marginalidad.