Navidad 2023: Una gran mesa fraterna que renueva la esperanza
Esta Navidad hemos presenciado cómo el nacimiento de Jesús puede hacer nuevas todas las cosas: quien vive por la calle tuvo una comida caliente, una conversación cariñosa y un regalo nuevo; los ancianos volvieron a ser niños porque cantaron, rieron y disfrutaron en una familia que es más grande que la que nos une por parentesco.
Este 25 de diciembre muchas personas que estaban solas encontraron compañía, amistad y una palabra amable y quienes vinieron a ayudar experimentaron la alegría del servicio a los demás. Esta Navidad rompimos la lógica perversa que rechaza, ignora o excluye a los más débiles y en su lugar fueron precisamente los pobres los que tuvieron el sitio de honor. Se sentaron a la mesa y compartieron risas, villancicos y un rato agradable y familiar.
Una mujer latinoamericana que asistió con sus hijos a una de nuestras comidas dijo:
Gracias, muchas gracias por hacer especial esta Navidad. Ha sido un gran regalo y una alegría porque de no haber venido, estaríamos solos extrañando a los nuestros que no están aquí. Ha sido como estar en familia.
Nuestras comidas navideñas se celebraron de forma simultánea en cuatro diferentes puntos del centro de Madrid, incluyendo nuestra nueva casa Fratelli Tutti, inaugurada en junio de este año. Vinieron personas de diferentes países, acentos, culturas y realidades. Algunos no tienen un techo, otros son ancianos que viven solos, muchos son migrantes y refugiados procedentes de países en guerra; pero también había familias con niños, signo de una humanidad diversa y plural que nos dice que «Dios ha nacido para todos», tal y como afirmó el Papa Francisco ayer en la Misa del Gallo.
Iniciamos el día de Navidad compartiendo el pan de la Eucaristía, presidida por el vicario episcopal Javier Cuevas, quien destacó que Dios vino al mundo para abrazar a toda la humanidad, pero especialmente para dar consuelo a los humildes y a quienes han perdido la esperanza.
Dios escoge venir al mundo no como un rey poderoso, sino como un pequeño niño, pobre, migrante, que tiene que nacer en un pesebre porque no había sitio para él.
Después de compartir el pan de la Eucaristía, compartimos el gran banquete navideño que acogió a más de mil personas como un signo de la esperanza de que todo puede cambiar a partir de la Navidad, que el amor, la solidaridad y la acogida sí pueden transformar la historia. Lo que parecía imposible se logró, gracias al trabajo de muchas personas en nuestra ciudad de Madrid que quisieron vivir la ternura de Dios en la buena noticia de la Navidad.
El próximo 14 de enero a las 17.30 hrs. en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas nos volveremos a encontrar para ver juntos más imágenes y videos de este día y reflexionar sobre su significado para nuestra vida, para nuestra ciudad y para nuestro mundo.
A continuación, el álbum con las primeras imágenes de esta Navidad con la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid.