El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli apoya el llamamiento «Sin ancianos no hay futuro»
El lamamiento europeo impulsado por la Comunidad de Sant’Egidio sigue sumando apoyos internacionales. En una carta enviada al fundador de Sant’Egidio, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli habla de la ética de la persona y una renovada solidaridad integeneracional.
El presidente del Parlamento Europeo, David Maria Sassoli, ha querido expresar su reconocimiento y su apoyo al Llamamiento «Sin ancianos no hay futuro» con una extensa carta dirigida a su primer firmante, Andrea Riccardi.
La preocupación por cómo «nuestra sociedad consumista está erosionando la conciencia de lo que da valor a la vida, que a menudo se valora solo siguiendo criterios de eficiencia y utilidad» debe hacer –escribe Sassoli– que «nos reapropiemos de nuestras raíces y pongamos en el centro del pensamiento una ética de la persona».
Hacen falta cambios valientes y masivos, que impliquen a nuestra sociedad y que muestren un espíritu de renovada solidaridad intergeneracional, para apoyar a los jóvenes y para proteger a los ancianos, que actualmente son las principales víctimas de esta pandemia.
En estas semanas cada vez más personas se adhieren al llamamiento, poniendo así de manifiesto que existe una profunda exigencia de abandonar «la cultura de descarte» y de promover «una revuelta moral para que el cuidado de los ancianos cambie de dirección».
TRADUCCIÓN DE LA CARTA EN ESPAÑOL
Distinguido profesor Riccardi:
Quisiera agradecer a la Comunidad de Sant’Egidio por haber impulsado el llamamiento «Sin ancianos no hay futuro».
Vivimos un tiempo de grandes desafíos. La pandemia de covid-19 ha trastocado nuestras vidas y en este momento es necesario no perder de vista nuestros valores fundamentales.
Como nos recuerda el papa Francisco, nuestra sociedad consumista está erosionando la conciencia de lo que da valor a la vida, que a menudo se valora solo siguiendo criterios de eficiencia y utilidad.
Debemos reapropiarnos de nuestras raíces y poner en el centro del pensamiento una ética de la persona, que vaya más allá de la simple lógica del beneficio económico, abandonando la cultura del descarte y asegurando que nadie queda atrás.
Frente a las grandes transformaciones ecológicas y digitales que estamos viviendo, es necesario poner a las personas en el centro del debate y afrontar con urgencia la dimensión social pensando en nuevos modelos de desarrollo, más justos y sostenibles.
Necesitamos cambios valientes y masivos que impliquen a nuestra sociedad y que demuestren un espíritu de renovada solidaridad intergeneracional, para apoyar a los jóvenes y para proteger a los ancianos, que actualmente son las principales víctimas de esta pandemia.
El llamamiento que ustedes impulsan, que pone el acento en la urgencia de cambiar el enfoque para no devaluar la vida de quien tiene menos años por delante o sufre alguna vulnerabilidad, es una iniciativa muy loable que merece apoyo y valoración.
Atentamente,
David Maria SASSOLI