ANDREA RICCARDI: «EUROPA Y LOS REFUGIADOS, URGE UN SÍNODO ECUMÉNICO»
Católicos, ortodoxos y protestantes, juntos. «Ha llegado el momento de una convocatoria de los cristianos europeos que afronte la gran cuestión de los refugiados. Que las Iglesias no permanezcan prisioneras de las políticas de sus países”. La propuesta, lanzada por el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, se incluye en el editorial de Familia Cristiana que a partir de hoy estará en los quioscos.
FAMIGLIA CRISTIANA (14/04/2016)
Andrea Riccardi
Lesbos es el nombre de un drama: los refugiados llegan a las islas griegas para huir de la guerra. El caso más conocido es Siria, cuyos refugiados han emigrado al Líbano, Turquía y Jordania. Grecia es el primer punto de llegada para quienes vienen a Europa. En Lesbos, de 90.000 habitantes, hay entre 7.000 y 10.000 refugiados.
Grecia – hay que decirlo – es generosa con ellos a pesar de la crisis. El Gobierno desempeña su papel. Muy activa en la acogida es la Iglesia ortodoxa griega, encabezada por el arzobispo de Atenas, Hieronymus II, con un trabajo coordinado por el metropolita Gabriel. Sobre un país pequeño, ha recaído un peso inmenso. Mientras tanto, comenzando por la Hungría católica, se levantan muros para defenderse de los refugiados.
El Papa Francisco, en septiembre de 2015, pidió a todas las parroquias europeas que acogieran a los refugiados. El llamamiento no ha tenido la respuesta que merecía. También en septiembre, en un mensaje en el Encuentro en el Espíritu de Asís en Tirana, el Papa dijo: «Es violencia incluso levantar muros para bloquear a quienes buscan un lugar de paz. Es violencia rechazar a quienes huyen de condiciones inhumanas».
Ahora Francisco da un paso muy importante. Viaja a Lesbos el 16 de abril. Le acompañan el arzobispo de Atenas y las autoridades griegas. Está también el patriarca ecuménico Bartolomé, que tiene jurisdicción eclesiástica sobre la isla. De él es la idea de invitar al Papa a Lesbos.
El problema de los refugiados debe ser abordado de manera ecuménica. La iniciativa de los corredores humanitarios para los refugiados del Líbano en Italia fue promovida por los valdenses y por la Comunidad de Sant’Egidio con el gobierno italiano. Francisco muestra cómo el drama de los refugiados interpela la conciencia cristiana europea. Los refugiados son pobres que llaman a nuestras puertas. No pueden volver atrás: tienen a sus espaldas el abismo de la muerte.
Acogerles no solo es un deber, sino también un «don» para Europa, inmersa en una crisis demográfica y a la que dan un nuevo vigor. Las propias Iglesias de diversos países europeos se revitalizan por la presencia de inmigrantes cristianos. En cambio, se predica el miedo, que aumenta los votantes de los partidos que apoyan el muro
Francisco, el patriarca Bartolomé y el arzobispo de Atenas lanzan un mensaje con el viaje a Lesbos, que representa simbólicamente un puente entre Europa y el mundo de los refugiados. Las Iglesias no pueden permanecer prisioneras de las lógicas institucionales o de las políticas de sus países, sin una visión del futuro. Me pregunto si este no es el momento para una convocatoria de los cristianos europeos (ecuménica y rápida), un sínodo ecuménico, que afronte la gran cuestión de los refugiados y Europa. El Papa puede convocarla; y con él el patriarca Bartolomé.
