Categoría: Amigos en la calle

Jornada Mundial de los Pobres: De la comunión de la Eucaristía a la mesa de la fraternidad

Celebramos la Jornada Mundial de los Pobres con una Eucaristía presidida por el arzobispo emérito de Madrid, el cardenal Carlos Osoro. Después del pan de la Eucaristía, compartimos una mesa fraterna en nuestra nueva casa Fratelli Tutti con participación de las personas con quienes hacemos vida el llamado de esta séptima jornada “No apartes tu mirada del pobre”: migrantes, refugiados, ancianos, personas sin hogar, familias y niños de los barrios.

Excursión a Segovia con amigos de la calle, familias y ancianos, juntos como una familia

El verano de Sant’Egidio significa también compartir momentos de esparcimiento, cultura y amistad con quienes tienen pocas oportunidades para divertirse en medio de la dureza de la vida. Este año visitamos la imponente ciudad de Segovia en un día marcado por la amistad y la diversión.

«Una liturgia del nombre» para no olvidar a quienes mueren por la dureza de la vida en la calle

Con un lleno total en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas, se celebró la Eucaristía en «Recuerdo de Modesta» para no olvidar los nombres y las historias nuestros «amigos de la calle» que, como Modesta, han fallecido en nuestra ciudad, víctimas del frío, la enfermedad o los ataques, pero también de la indiferencia, la apatía y el descarte.

26-FEB | Recuerdo de Modesta y de las personas fallecidas por la dureza de la vida en la calle

Junto a Modesta Valenti, la anciana que murió hace 40 años sola y descartada, recordamos los nombres e historias de tantos «amigos de la calle» que siguen muriendo hoy por la dureza de la vida en la calle. Lo haremos en una Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar de Madrid, José Cobo, el próximo 26 de febrero a las 12 hrs. en la Iglesia Ntra. Señora de las Maravillas.

Se cumplen 40 años de la muerte de Modesta Valenti, fallecida en la calle víctima de la indiferencia

Se cumplen 40 años de la muerte de Modesta Valenti, una mujer que vivía en las calles de Roma y que murió esperando un auxilio que nunca llegó. Su recuerdo alcanza a todos los que viven y mueren solos y en dificultad, víctimas de la indiferencia, que también mata.

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