Dos mil 371 ciudades alrededor del mundo celebran hoy 30 de noviembre la Jornada Internacional “Ciudades por la Vida contra la pena de muerte”, por iniciativa de la Comunidad de Sant’Egidio para apoyar la abolición de la pena de muerte y promover sistemas de justicia basados en la vida como valor esencial.
La ejecución en el año 2000 de Dmitry Chikunova llevó a su madre, Tamara, a consagrar su vida a luchar contra la pena de muerte. «Su trabajo de sensibilización ha tenido un impacto en todo el área de Asia central», explican desde Sant’Egidio
Este lunes 30 de noviembre celebramos una nueva edición de la Jornada Mundial «Ciudades por la Vida» en la que enviaremos un mensaje claro: la crisis COVID19 no puede convertirse en una crisis de derechos humanos. Seguimos trabajando por la abolición de la pena capital en todo el mundo.
En ocasión del Día mundial contra la pena de muerte, la Comunidad de Sant’Egidio refuerza su trabajo por la abolición de esta medida inhumana e injusta, por la defensa de la vida de todos los condenados y presenta la nueva web de la Campaña por un mundo sin pena de muerte.
Papel y bolígrafo: simples instrumentos que todos tenemos a nuestro alcance y que pueden convertirse en esperanza y alegría para quienes sufren, como un condenado a muerte, un anciano en un asilo o personas solas que sienten que no le importan a nadie. Conoce la iniciativa de Sant’Egidio para escribir cartas a personas condenadas a muerte.
Joaquín José Martínez, el primer español que salió del Corredor de la Muerte en EEUU destacó que la pena de muerte representa la institucionalización del odio, la falta de compasión, humanidad y perdón.
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