La Comunidad de Sant’Egidio en Madrid inauguró la Casa “Fratelli Tutti”, un espacio de convivencia y solidaridad para personas sin hogar, familias, migrantes, niños, refugiados, ancianos solos… y todos aquellos que necesiten una mano amiga en momentos difíciles de su vida.
Con un lleno total en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas, se celebró la Eucaristía en «Recuerdo de Modesta» para no olvidar los nombres y las historias nuestros «amigos de la calle» que, como Modesta, han fallecido en nuestra ciudad, víctimas del frío, la enfermedad o los ataques, pero también de la indiferencia, la apatía y el descarte.
Las personas sin hogar sufren con especial dureza el intenso frío que azota a todo el país. La responsable de la Comunidad de Sant’Egidio, Tíscar Espigares explica cómo ayudar y acompañar a quien estos días sufre el frío, la soledad y la invisibilidad.
La Comunidad de Sant’Egidio hace un LLAMAMIENTO URGENTE para la donación de mantas, sacos de dormir, abrigos y tiendas de campaña en buen estado para entregar a las personas sin hogar en nuestros repartos itinerantes del servicio Amigos de la Calle, que ofrece unas mil cenas semanales en diferentes puntos de Madrid.
Junto a nuestras comunidades presentes en más de mil ciudades en 70 países, la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid celebró una Navidad para todos con un gran banquete que abraza al mundo e ilumina la esperanza para tantas personas que sufren. Esa luz de esperanza y alegría transfiguraba el rostro de la mayoría de los invitados convirtiendo un gesto serio y un gesto emocionado al ver el detalle de la preparación de las mesas y el ambiente familiar que se vivía en todas las comidas.
En Sant’Egidio preparamos una gran mesa para acoger a más de mil personas necesitadas en diferentes puntos del centro de Madrid. Pero la Navidad no es algo de un día, sino que es un camino que se recorre todo el año, tal y como lo explica esta noticia publicada por Religión Digital.
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