¿Y si los pobres tuvieran en pleno centro de Madrid un nuevo espacio de acogida e inclusión? ¿Y si hubiera un punto de encuentro entre quienes necesitan ayuda y quienes quieren ayudar? Ante el confinamiento espiritual que se apodera de la sociedad, Sant’Egidio convierte en realidad un sueño de solidaridad, fraternidad y convivencia, que muy pronto abrirá sus puertas en Madrid.
sembrar semillas de paz en nuestras ciudades, comunidades y familias.
El pueblo de San’Egidio en Madrid celebró la Vigilia Pacual como una luz de esperanza y resurrección para un mundo atormentado por la guerra. Hoy más que nunca esa luz pascual debe iluminar el camino para la paz.
Jóvenes por la Paz, comprometidos con el servicio a los niños y niñas de las Escuelas de la Paz de Pan Bendito, Lavapiés y Malasaña, compartieron este fin de semana momentos de reflexión y encuentro a las puertas de la Semana Santa.
El “pueblo de Sant’Egidio”: personas sin hogar, migrantes, refugiados, familias de los niños de las Escuelas de la Paz, ancianos y tantas personas que forman parte de la Comunidad compartieron entrañables testimonios e historias para responder a la pregunta ¿qué le pides a la Iglesia? Ellos fueron los verdaderos protagonistas del encuentro sinodal con el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas.
El día en que recordamos a Modesta Valenti y a todas las personas que han muerto por la dureza de la vida en la calle, el Evangelio trajo una promesa de consuelo, recordándonos que el sufrimiento, el rechazo y la exclusión nunca tienen la última palabra. «Bienvaventurados los que ahora lloráis porque seréis consolados».
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