Consternación de la Comunidad de Sant’Egidio por el asesinato de un ministro paquistaní
La Comunidad de Sant’Egidio manifiesta su dolor y su consternación por el asesinato de Shabaz Bati, ministro de Minorías religiosas de Pakistán.
Bati estaba espiritualmente unido a Sant’Egidio. Había sido recibido en varias ocasiones en Trastevere, y había compartido con la Comunidad el delicado y paciente trabajo de concordia y de diálogo en las complejas relaciones entre cristianos y musulmanes en su país. La última persona con la que habló por teléfono, quince minutos antes del trágico atentado, fue un miembro de Sant’Egidio de Roma que estos días se encuentra en Islamabad para una serie de encuentros con las comunidades locales.
“La muerte de Bati representa una grave pérdida para Pakistán, para las razones del diálogo y para todos nosotros”, declaró emocionado Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio. “Hombre humilde y valiente, había dedicado toda su acción política a la gran perspectiva de una convivencia pacífica de todas las religiones en su país y había luchado con fuerza para modificar la ley sobre la blasfemia, a pesar de las numerosas y claras amenazas que había recibido. Es un hombre que ha luchado con las manos desnudas para construir una sociedad de la convivencia. Lo recuerdo también por su firme acción a favor del indulto a Asia Bibi”.
“Aunque en estos momentos prevalecen la tristeza y la angustia por los cristianos paquistaníes –terminó Impagliazzo–, continuamos creyendo y manteniendo la esperanza de que su sacrificio y su ejemplo guiarán a Pakistán hacia un futuro mejor y una nueva etapa de colaboración y entendimiento entre todos los creyentes. La Comunidad de Sant’Egidio presente en diez ciudades de Pakistán continuará trabajando por la paz con mayor empeño”.