Día Mundial contra la Pena de muerte: la lucha debe continuar en un mundo lleno de violencia
A pesar del contexto actual de conflictos y violencia extrema, la batalla por la total abolición de la pena capital debe continuar con tenacidad y creatividad para instaurar una cultura de la vida.
El Día Mundial contra la Pena de Muerte se celebra este año en un contexto internacional en el que se observa un aumento de la violencia, del terrorismo y de los conflictos en todas partes: 59 guerras en curso, según la Organización de Naciones Unidas, con el riesgo real de que siga extendiéndose, mientras muchos lo observan anestesiados, como ha dicho recientemente el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi.
En el Encuentro Internacional por la Paz concluido recientemente en París, en la mesa redonda titulada «La vida de las personas vale cada vez menos» y en la que se abordó precisamente la pena de muerte, se afirmó:
“A la primera consternación inmediata, a los primeros “gritos de paz”, siguieron la resignación, el desapego y la impasibilidad. Hemos entrado en una nueva era histórica, dominada por regímenes de guerra. Y esto tiene consecuencias no sólo en el panorama geopolítico, sino también en nuestra percepción de los demás, de nosotros mismos y en nuestra humanidad».
Consulta los discursos de la mesa redonda
Somos conscientes de que acostumbrarse a la guerra y a su violencia crea las condiciones para que se interrumpa el largo camino hacia la abolición, para que se produzcan retrocesos en el plano de los derechos humanos y en el plano jurídico, como lo demuestran la adopción en algunos estados de códigos militares de guerra, de la ley marcial o la reciente reintroducción de la pena de muerte en la República Democrática del Congo.
Precisamente por eso hoy más que nunca es necesario continuar la batalla contra la pena de muerte con tenacidad y creatividad. Es en realidad una batalla a favor de la vida, de la civilización y por la regresión de una cultura de muerte.
Urge fortalecer el camino hacia la abolición de la pena de muerte fomentando su evolución en la conciencia civil y jurídica. En este sentido, los próximos meses son cruciales para apoyar la propuesta de moratoria universal que se decidirá en las Naciones Unidas.
Crear una barrera contra la invasión de la muerte es el trabajo diario de las Comunidades de Sant’Egidio en todo el mundo, compuesto por una amplia serie de iniciativas que van desde una presencia generalizada en las cárceles, la correspondencia a miles de personas condenadas a muerte en todo el mundo, el envío de llamamientos contra las ejecuciones, hasta la implicación de la sociedad civil con el movimiento de “Ciudades por la Vida – Contra la Pena de Muerte” que cada 30 de noviembre en miles de ciudades en todo el mundo que expresan públicamente y en sus reglamentos su oposición a la pena de muerte. Como cada año Madrid también se suma al movimiento con actividades de concienciación ciudadana, especialmente entre los más jóvenes acudiendo a diferentes institutos y universidades.
En la galería: Ciclo de conferencias en Madrid con Joaquín José Martínez, ex condenado a muerte español durante la Jornada Ciudades por la Vida 2023”, organizada por la Comunidad de Sant’Egidio.
Para fortalecer este vasto movimiento internacional contra toda forma de ejecución y a favor de toda vida, Sant’Egidio también promueve conferencias periódicas entre ministros de justicia de países abolicionistas y retencionistas. La próxima Conferencia Internacional, “No hay justicia sin vida” tendrá lugar en Roma los días 28 y 29 de noviembre de 2024.
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