El Papa Francisco confía a Sant’Egidio una casa para acoger a refugiados de los corredores humanitarios
El Papa Francisco ha decidido ceder a la Comunidad de Sant’Egidio una casa que le dieron las hermanas Siervas de María y que servirá para acoger a los refugiados que llegan a Italia a través de los corredores humanitarios, un gesto de generosidad con los migrantes que agradecemos produndamente al Papa y al cardenal Krajewski.
El centro conocido como Villa Serena, acogerá «especialmente a mujeres solas o con niños, o incluso a familias vulnerables«, durante sus primeros meses en Italia.
El Limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, lo afirma en el siguiente comunicado:
«Para responder a la invitación del Papa Francisco, que en la encíclica Hermanos todos renueva en varias ocasiones la necesidad de preparar una acogida como procede a los migrantes que huyen de guerras, persecuciones y catástrofes naturales, las hermanas de la Divina Providencia de Catania han decidido dar al papa Francisco, a través de la Limosnería Apostólica, el usufructo gratuito de un edificio de su propiedad sito en via della Pisana.
El edificio, que lleva el nombre de Villa Serena, será una casa de acogida para refugiados, especialmente para mujeres solas, mujeres con menores, familias en situación de vulnerabilidad, que llegan a Italia con los corredores humanitarios. El centro podrá acoger a un máximo de 60 personas y tendrá principalmente el objetivo de acoger a los refugiados los primeros meses tras su llegada, para posteriormente acompañarles en itinerarios de autonomía laboral y habitativa.
La casa de acogida será cedida a la Comunidad de Sant’Egidio que, como es sabido, en 2015 empezó a abrir corredores humanitarios para refugiados sirios, del cuerno de África y últimamente de Grecia, especialmente de la isla de Lesbos. Hasta el momento han sido acogidas y acompañadas en el proceso de integración más de 2600 personas, entre las que hay un gran número de menores».
Lee el comunicado completo en italiano: