Escuela de Lengua y Cultura Española, un espacio de integración y amistad
Samira, Irish, Ana y Geraldine reflejan en su rostro una amplia sonrisa, mientras sostienen en sus manos el certificado que acredita que han estudiado lengua y cultura española durante el último curso. Sonríen desde el corazón, con la emoción de tener un diploma y por la posibilidad de aprender el idioma sin ningún coste. Sonríen porque no esperaban que además de un espacio de aprendizaje encontrarían una familia tan lejos de Filipinas, su país de origen.
Como ellas, los estudiantes que acuden cada semana a la Escuela de Lengua y Cultura Española, migrantes de distintos países asolados por la pobreza y la guerra, encuentran algo que todo extranjero valora cuando está lejos de su tierra y de los suyos: un trato familiar y un ambiente de esperanza en medio de las dificultades del día a día de quien tiene que sobrevivir en un país extraño.
«Es más que una escuela de lengua, es una familia que cree y practica la amistad, que devuelve la esperanza cuando tanta falta hace; un lugar donde personas de diferentes procedencias se encuentran, se conocen y se respetan, mientras estudian, gracias a la solidaridad de los profesores que ofrecen sus conocimientos de forma gratuita.
Así lo explican Beatriz León y Laura Villacorta, responsables de la Escuela, que funciona cada semana en horario vespertino en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas.
En los últimos años, la Escuela de Lengua y Cultura se ha convertido en un espacio de apoyo, aprendizaje, encuentro y amistad con los nuevos europeos para facilitar su integración a través del aprendizaje del lenguaje y costumbres de nuestra ciudad. Se aprende cultura española en sus distintos aspectos, pero además se fomenta el intercambio entre los propios estudiantes para un conocimiento mutuo de la situación en sus países de origen.
