Espigares: “Hay cada vez más lugares en el mundo donde es imposible vivir”
En entrevista con el Programa Ecclesia de Trece TV (min 6.04 a 15.30), la responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, Tíscar Espigares revela que los Corredores Humanitarios han traído de forma segura a Europa a más de 6.200 personas que se encontraban en campos de refugiados.
Barcas repletas de migrantes que se hunden en el mar ante la mirada pasiva de quienes deberían salvarles, pateras cargadas de hombres, niños y mujeres—muchas de ellas embarazadas—que se juegan la vida por encontrar un puerto seguro. El goteo de noticias sobre tragedias humanitarias en las fronteras marítimas y terrestres de todo el mundo es cada vez más constante y tristemente se repite una y otra vez.
“Europa corre el riesgo de una gran deshumanización”, de crear una Europa fortaleza sin capacidad de acogida, advierte la responsable de la Comunidad de Sant’Egidio, Tíscar Espigares en una entrevista con el Programa Ecclesia de Trece TV, al cumplirse un año de la “tragedia de Melilla” en la que murieron al menos 37 personas, desaparecieron 76 y más de 500 fueron abandonadas y hacinadas al borde de la carretera sin atención médica.
Conflictos, persecución, violaciones de derechos humanos, pobreza, desastres naturales son algunas de las situaciones que han disparado el número de desplazados forzosos que alcanza la cifra de 108,4 millones de personas a nivel mundial, 19 millones más que el año anterior, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“No huyen por capricho. Cada vez son más las regiones del mundo donde es imposible vivir y las personas se ven obligadas a moverse para garantizar un futuro para ellos y sus familias”, asegura Espigares.
En una Europa de puertas cerradas, que criminaliza al que huye para salvar la vida, la iniciativa de los Corredores Humanitarios impulsados por la Comunidad de Sant’Egidio en diferentes países europeos (entre los que desgraciadamente no se encuentra España), ha recibido de forma legal y segura a más de 6.200 personas, que se han integrado y hoy trabajan, cotizan y participan en los países que les han recibido.
“Los corredores humanitarios son puentes de humanidad y la posibilidad de ofrecer futuro a quien no puede vivir en su país”.
Consultada sobre el estado de las conversaciones con el Gobierno para la implantación de los Corredores Humanitarios en España, Espigares aseguró que, aunque en este momento las negociaciones están detenidas, “la esperanza nunca la perdemos”. Después de la reunión con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá en enero de 2022, se pensó que habría vía libre, pero hoy “parece que no hay voluntad”, reconoce Espigares.
“O aprendemos a ser hermanos y a conmovernos con el dolor de los hermanos o no habrá futuro para nadie”.
Precisamente con esta visión de un futuro fraterno, la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid inauguró a principios de junio la Casa Fratelli Tutti, un espacio de convivencia y acogida para personas sin hogar, niños, familias y ancianos solos. Aquí también funcionará la Escuela de Lengua y Cultura Española para que los nuevos europeos de la ciudad tengan un “puerto seguro” donde aprender el idioma y las costumbres del país y una mano amiga para su integración.