Jornada Mundial de los Niños, un compromiso de paz y futuro para la infancia
Roma acoge este fin de semana la primera Jornada Mundial de los Niños, organizada por el Papa Francisco para poner a la niñez en el centro, con sus sueños y esperanzas, pero también con sus dolores y sufrimientos. Miles de niños y niñas de diferentes países de Europa y el mundo, se reunirán junto a sus familias durante estos dos días de escucha, testimonios y juegos.
«Eres valioso a los ojos de Dios» (Is 43,4). Con estas palabras el Santo Padre destaca la importancia y el valor de cada niño y niña, independientemente de dónde haya nacido, su religión o raza. De allí que esta histórica jornada, no solo busca celebrar la infancia, sino también inspirar un renovado compromiso por construir la paz allí donde el conflicto compromete su futuro.
Por eso, a la luz de esta primera Jornada Mundial de los Niños, desde la Comunidad de Sant’Egidio recordamos especialmente a los más pequeños que sufren por la guerra, en un mundo que hoy por hoy destruye su futuro en lugar de construirlo, impidiendo el ejercicio de derechos fundamentales como la educación, la salud y la propia vida.
El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio Marco Impagliazzo, se pregunta ¿Nos estamos acostumbrando al sufrimiento de los niños en áreas de conflicto? «Por desgracia, parece que sí», reflexiona en su reciente artículo «Los niños y la guerra: ¡cuántos años robados!, ¡cuánta infancia perdida!« publicado en el periódico italiano Avvenire.
Impagliazzo, recuerda que la guerra pone en el punto de mira a los más pequeños, a los desarmados, a los que no pueden defenderse. Desde la muerte y el abuso hasta el estrés post-traumático y la separación forzada de sus padres y madres, los niños en zonas de guerra enfrentan un sinfín de adversidades que les roban su juventud y su futuro.
Este sufrimiento no se limita únicamente a los conflictos más mediatizados como en Oriente Próximo o Ucrania, sino que también afecta a niños y niñas en lugares olvidados por la atención internacional, como Yemen, Siria, Afganistán y diversas regiones de África y América Latina.
En la Comunidad de Sant’Egidio hemos escuchado de primera mano el horror de la guerra a través de los testimonios de las familias con niños llegan a Europa con los corredores humanitarios; nos llegan al corazón las palabras de los niños en las Escuelas de la Paz de los campos de refugiados y en los barrios de la periferia de nuestras ciudades, desde donde se oye el clamor para que callen las armas y se busque la paz.
Entre los miles de niños y niñas presentes este fin de semana en Roma, hay también delegaciones de las Escuelas de Paz de toda Italia y Europa, niños de campos de refugiados de países como Afganistán o Siria, que acudieron con corredores humanitarios, niños de Gaza, heridos de la guerra y ahora en Italia para recibir atención adecuada. No podemos ni queremos acostumbrarnos al sufrimiento de los niños.
El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio de Cultura y Educación que coordina la iniciativa, con el apoyo de varias organizaciones como la Comunidad de Sant’Egidio, recuerda que los valores del respeto mutuo y la solidaridad se pueden transmitir y vivida desde temprana edad. En este sentido, este día, asegura, quiere ofrecer un signo de comunión y una «profesión de la unidad y la paz».
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«Los niños y la guerra: ¡cuántos años robados!, ¡cuánta infancia perdida! Artículo de Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio
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