La Comunidad de Sant’Egidio ante la triste noticia de la última ejecución en Texas
«La ejecución de la condena a muerte, mediante inyección letal, de Kimberly McCarthy en la cárcel de Huntsville, confirma el triste liderazgo del estado de Texas con 500 ejecuciones capitales realizadas». Así lo afirma el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, añadiendo que la noticia debe «producir un incremento de los esfuerzos por fomentar nuevos pasos hacia la moratoria de las ejecuciones capitales en todo el mundo». «No faltan signos de esperanza –destacó Impagliazzo–, que han llegado recientemente de Maryland, de otros estados americanos y de muchos estados africanos que han decidido prohibir la pena de muerte. Hace apenas unos días recobró la libertad Paula Cooper, tras 28 años de reclusión en la cárcel de Rockville, en Indiana.Paula es una mujer totalmente distinta de la que, con 15 años, cometió un crimen horrendo, y ahora ya puede ayudar a construir una sociedad más justa y menos violenta. Es un signo de que la cárcel puede redimir, mientras que sin la vida se apaga toda esperanza. Ese es el mensaje que los representantes de 90 países miembros de la Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte aprobaron en su reciente congreso de Madrid, solicitando un renovado compromiso para relanzar el proceso abolicionista en todo el mundo».
Roma, 27 de junio de 2013