Manuela Pérez en Radio María: «Somos una familia que quiere ser familia para los pobres»

En 1988, un grupo de universitarios se conocen en un viaje a Roma y allí coinciden con un grupo de personas que cantaban «no tenemos muchas riquezas, solo la palabra del Señor...» Ese primer encuentro con la Comunidad de Sant’Egidio en Roma les marca profundamente y deja en sus corazones una pregunta. ¿Cómo vivir de forma concreta el Evangelio cerca de los pobres?

Esa pregunta fue una semilla y un camino que definió sus vidas, cambió la historia de tantas familias en el barrio de Pan Bendito en Carabanchel, llegó a los barrios de Lavapiés y Malasaña y a lo largo de más de tres décadas ha tocado también cientos de vidas en la capital española. Eran los inicios de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, «una familia que quiere ser familia para los pobres y para tantas personas heridas por la vida», tal y como la define Manuela Pérez Mojeano, una de esas jóvenes que se atrevió a soñar con una ciudad más humana, acogedora y amiga de los pobres.

Del trabajo de apoyo escolar y acompañamiento a los niños y sus familias en Pan Bendito a través de las Escuelas de la Paz, estos jóvenes fueron conociendo más realidades que les removían por dentro, como es el caso de las personas sin hogar. Y un buen día de 1998, deciden también salir a repartir mantas por la ciudad y encontrarse con quien vive por la calle. Al día siguiente ya no solo eran mantas, sino caldo o una bebida caliente y bocadillos.

De esa aventura por las frías calles de Madrid nace el servicio que hoy se conoce como «Amigos de la Calle», que actualmente recorre varios puntos del centro de Madrid para encontrar a las personas sin hogar y ofrece más de 1.200 cenas itinerantes, junto con una mano amiga que escucha y reconforta en la soledad y dureza de la calle.

Más que caridad, asistencialismo o activismo, para la Comunidad de Sant’Egidio se trata de poner en práctica lo que nos pide el Evangelio: pararnos ante el hombre medio muerto en el camino como lo hizo el Buen Samaritano, que después de recoger al herido, no le olvidó y aún continuando con su camino, buscó a alguien más para que le cuidara, explica Manuela Pérez en un diálogo con el Programa «Atrévete a más» de Radio María.

Siguiendo la parábola, a partir de esos inquietos jóvenes que hace tres décadas buscaban respuestas a preguntas profundas, Sant’Egidio en Madrid es hoy una comunidad de samaritanos que se rebela contra la indiferencia y el sálvese quien pueda. Y lo hace a partir de la Oración, la amistad y el servicio a los pobres, y el trabajo por la paz.

Cada persona que nos encontramos y a la que ayudamos en la Comunidad de Sant’Egidio nos permite vivir un Evangelio encarnado.

Ese Evangelio vivido que construye el Reino de Dios en la ciudad tiene su máxima expresión en la Comida de Navidad que cada 25 de diciembre organiza la Comunidad de Sant’Egidio y a la que este año se han invitado a más de mil personas en Madrid. Además de un delicioso menú navideño, cada uno de los invitados recibirá un regalo nuevo, tal y como explica Manuela en la entrevista que reproducimos a continuación.

Entrevista completa aquí:

Atrévete a más 29/11/23

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