Sant’Egidio inaugura el primer ‘restaurante solidario’ para refugiados de Lesbos
Después de un duro confinamiento de varios meses, unas 350 personas, en su mayoría familias con niños muy pequeños de Afganistán, Irán y Siria, recibieron el permiso para salir del campo de Moria para participar en la cena que inauguró el primer «restaurante solidario» de Sant’Egidio para refugiados.
La primera cena del bautizado como «restaurante de la amistad» para refugiados, muchos de los cuales llevan años afincados en la isla griega de Lesbos, se dio en ocasión de la fiesta del Aid el Adha (cena tradicional a base de cordero), conocida también como «la fiesta del cordero».
De hecho, la Comunidad de Sant’Egidio ha conseguido que todos los días de agosto, un grupo de más de 300 refugiados pueda abandonar el campo para participar en las actividades organizadas por los voluntarios de Sant’Egidio,que son personas de diferentes países europeos.
Se ha acondicionado un antiguo molino de aceite, un gran edificio de piedra frente al mar, donde además de las cenas, también habrá un curso de inglés para adultos y actividades de la Escuela de Paz para los niños.
Todo se realiza bajo un estricto cumplimiento de las normas anti-Covid, pero en un ambiente verdaderamente festivo. La gratitud visible en la cara de los refugiados ayuda a superar las barreras del idioma. Muchos de ellos piden ayudar y colaborar en el servicio luciendo con orgullo el peto azul con el logotipo de Sant’Egidio.
Actualmente hay alrededor de 15.000 refugiados en Lesbos, muchos de los cuales han quedado “atrapados” en la isla durante años, viviendo en condiciones dramáticas en los campos legales e ilegales de Moria. Muchas ONG han dejado de cooperar y han abandonado la isla en los últimos meses, a la vez que aumentan los episodios de intolerancia y violencia contra las personas refugiadas. Justamente por esta razón, la presencia de Sant’Egidio es un signo de lealtad que transmite estabilidad a las vidas inestables e invita a la esperanza.