Se cumplen 40 años de la muerte de Modesta Valenti, fallecida en la calle víctima de la indiferencia
Sin hogar, sola y rechazada por estar sucia. Un día como hoy de hace 4 décadas Modesta se sintió mal mientras estaba en la estación de Termini (Roma), donde dormía. El equipo de la ambulancia que fue a socorrerla se negó a subirla porque, a causa de las condiciones en las que vivía, estaba sucia y tenía piojos. Modesta murió tras horas de agonía, esperando un auxilio que nunca llegó.
Como Modesta, mueren cada año de frío, enfermedades o incluso ataques violentos muchas personas sin hogar, olvidadas y descartadas por una sociedad que prefiere mirar para otro lado.
En vida, Modesta Valenti nunca imaginó hasta qué punto marcaría la historia de la Comunidad de Sant’Egidio que la conoció hace casi 40 años, acompañó su funeral y mantuvo viva su memoria para llamar a la reflexión sobre la dureza de la vida en la calle. La herida de su muerte y el dolor de tantos pobres hoy se convierte en acción a través de acompañamiento, alimento, orientación, amistad y oración.
En Madrid y en todas las ciudades donde la Comunidad tiene presencia, el servicio «Amigos de la Calle» ofrece una cena caliente, acompañamiento, orientación y amistad a las personas sin hogar, con servicios itinerantes que recorren las calles.
Desde Roma, el recuerdo de Modesta y de los amigos de la calle, se ha difundido por muchos lugares donde la Comunidad está con quien vive y muere sin hogar.